Aquí te cuento toda mi historia de mi segundo trimestre de embarazo: por qué estuve interna en el hospital, qué cosas he estado haciendo para prepararme para la llegada de Evaluna y los productos que he estado usando.

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Segundo trimestre

Síntomas y malestares del segundo trimestre

El segundo trimestre definitivamente fue más fácil que el primero en cuanto a malestares. Me sentía con mucha más energía a partir de la semana 14 más o menos, y también se me disminuyeron las náuseas (aunque aún seguí tomándome la pastilla de los vómitos hasta la semana 23 porque si no me la tomaba seguía teniendo problemas con eso). Si entraste al segundo trimestre ahora, aprovecha toda tu energía y disfrútalo mucho 😊

El único otro síntoma que recuerdo es tener muchos dolores de cabeza, sobre todo en las primeras semanas del trimestre, y a veces dolor leve en el abdomen por el crecimiento del útero.

A partir de la semana 16 comencé a sentir a mi bebé dentro de mí 💛 fue la experiencia más linda (pero cada quien lo experimenta en tiempos diferentes).

Como tuve que hacer reposo total unas semanas, luego de eso sí he estado sintiendo mucho dolor en la pelvis algunos días por la sciática. Pero nada demasiado insoportable y los calmantes me ayudan (habla con tu doctor si te pasa).

¿Por qué me internaron en el hospital y tengo que guardar reposo?

A las 20 semanas sí tuve un episodio de dolor muy fuerte en la cadera, pensé que era algo normal del embarazo, así que solamente tomé Paracetamol y descansé ese día, pero el dolor no se me mejoraba. Al día siguiente comencé a sentir que una parte de mi abdomen se encogía y se me hacía un bulto (yo pensaba que era la bebé) y tenía dolor. Llamé a mi doctor y me dijo que me pusiera en reposo porque podían ser contracciones. Me puse en reposo y tomé calmantes pero a las 11 de la noche ese día me desperté con un dolor desesperante y al llamar al doctor me dijo que fuera a la emergencia. Efectivamente, eran contracciones, (siempre llama tu doctor si tienes duda de algo).

Fui a la emergencia y por la pandemia me dijeron que no había espacio. Tuve que esperar más de media hora que parecía eterna y por fin me dejaron entrar. Cuando me pusieron en la camilla, el doctor de turno me examinó, me hicieron una sonografía, análisis de sangre (incluyendo la prueba del COVID). Nunca me dieron calmantes porque la enfermera me confundió con otra embarazada que sí estaba dando a luz, así que tuve que aguantar mucho dolor; lo que estaba sintiendo eran como las contracciones de parto (por lo menos ya sé que se siente).

Me ingresaron a las 4 de la madrugada en una habitación y a las 6 de la mañana fue que me comenzaron a tratar el dolor y me pusieron un medicamento para las contracciones. La verdad es que mirando atrás esa noche (y toda mi estadía), puedo decir que solo me mantuve cuerda por la gracia de Dios y el Salmo 23 que me repetía constantemente. Entre el miedo a perder a mi bebé, que nunca había estado interna en una sala de hospital, el miedo a contraer el virus en el hospital, estar completamente solos sin visitas de nuestros familiares, fue un tiempo muy difícil, pero Dios es bueno y nos sostuvo.

Gracias a Dios esa amenaza de parto inmaduro (ni siquiera prematuro porque a las 20 semanas mi bebé no se podía salvar) solo se ha quedado en eso hasta ahora, en una amenaza. Tenía el cuello del útero cerrado y estaba largo, así que las contracciones no estaban haciendo cambios en él, que es lo peligroso. Después de tres días y dos noches interna volví a la casa y tuve que estar de reposo total por dos semanas. Ahora ya puedo hacer mi vida normal sin esforzarme mucho físicamente y sobre todo limitar mi estrés (la que peor me pone) porque al parecer la condición que tengo es útero irritable y desde que hago una de las dos, me vuelven las contracciones. Pero me pongo en reposo otra vez y se van.

Me han seguido monitoreando por sonografía y cervicometría y tomando progesterona. A la semana 26 el doctor me indicó corticosteroides para madurar los pulmones de la bebé por precaución. En mi última cita me dijeron que hasta ahora el riesgo de parto prematuro es muy bajo, pero aún sigo haciendo mi parte, estando lo más tranquila que puedo y dependiendo de Dios, que es el que está en control de todo y decidirá cuándo Evaluna va a nacer.

Preparándome para la llegada de Evaluna

Soy muy planificada y me gusta hacer las cosas con tiempo, así que éstas son algunas de las cosas que hice para prepararme para la llegada de Evaluna desde el segundo trimestre (sobre todo aprovechando que estuve un tiempo de reposo):

  • Comencé a armar mi bulto del hospital e investigar y comprar poco a poco algunas cosas que necesitaré para el post parto y su llegada. Más adelante les compartiré un poco más sobre esto.
  • Comencé a comprar las cosas necesarias para el cuarto del bebé y comenzamos a organizarlo y decorarlo (casi todo online por la pandemia). Aquí escribí un post con mis ideas para el cuarto.
  • Investigué los productos que necesitaba e hice mi lista de regalos en Amazon. Aquí pueden ver algunas ideas de las cosas que puse. Más adelante también hablaré sobre mis productos favoritos y qué terminé usando.
  • Comencé a investigar más sobre lactancia, entrenamiento del sueño y las cosas que necesito saber para cuidar a un recién nacido. El libro que leí fue este: «Moms on call«. Vi algunos videos de personas que recomendaban este libro y me gustó mucho lo práctico que es. Lo tengo en mi celular en Kindle para luego de que la bebé nazca pueda buscar cualquier cosa que necesite ya que divide todos los cuidados del bebé por mes, horarios, qué hacer cuando se enferma, etc. Si sabes leer en inglés, te lo recomiendo (lamentablemente no está en español).

Productos que he estado usando

Bálsamo para los pezones: Quizás sea mucha información pero lo pongo por si les ayuda. Esto realmente es para usar durante la lactancia pero las hormonas del embarazo me causaron mucha sensibilidad y que se me maltratara la piel, así que decidí comprarlo y me funcionó de maravilla. Me lo puse unas cuantas veces y se me sanaron. Lo tengo guardado si me pasa de nuevo en el tercer trimestre o ya para la lactancia. Escogí este porque es orgánico y no tienes que quitártelo cuando el bebé vaya a lactar porque los ingredientes son seguros. Te recomiendo que cuando te lo pongas, uses un brassiere de tela debajo de la ropa para que no se te manche de aceite.

Aceite de jojoba: Las estrías normalmente se producen por genética y mi mamá nunca tuvo estrías de embarazo. Pero igual no hace daño cuidarse un poco más y ayudar a que no aparezcan, así que desde que vi que me comenzó a crecer la panza, comencé a usar aceite de jojoba para humectarla en las noches después de bañarme. Elegí aceite de jojoba en lugar de otras cremas porque confío más en los productos que tienen menos ingredientes y sobre todo porque es orgánico. Pero ya esto va a depender de tu gusto personal.

Pastillero: He estado tomando 7 pastillas al día y a veces hasta más, con todas las vitaminas y algunas otras pastillas para las complicaciones que tuve, así que decidí comprarme un pastillero para llevar mejor cuenta de las pastillas que tomo al día.

Vaso térmico: Desde que estoy embarazada tomo mucha agua al día y más ahora para evitar tener contracciones, así que compré un vaso para que el agua se mantuviera fría y ha sido la mejor inversión porque en el reposo lo he podido usar acostada con mis sorbetes de metal.

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